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barrenos de realidad la noche muda testigo de un cruel destino

Sunday, August 31, 2003

MENTE ASESINA MI MENTE
(Un rosario en la mano...)

Mis ojos se abren, duele, no veo, se acomoda la visión poco a poco, es de noche de nuevo, llueve, el sonido me dice eso, me arde el cuello, empiezo a recordar; a veces, el mejor momento es cuando abres los ojos y no sabes nada, efímero, tan breve y tan reconfortate, y seguido viene la realidad, dura, con colmillos, hambrienta de mí.

Escuho unos pasos, siento como si hubiera dormido por días, mis brazos lo confirman, los tengo entumidos, se acercan los pasos, conozco ese sonido de garganta, el cristos, solo él puede hacer ese sonido con la garganta, y mis ojos lo confirman, es el, trae una bolsa con cosas, ¡Qué onda! le digo, el solo levanta la mirada y sigue con su rutina, metiendo la mano en la bolsa y sacando cosas para comer supongo, balas, una linterna, y más cosas para comer, mientras está sumido en su empresa, me pregunta: ¿cómo te sientes?, bien supongo, me arde el cuello, el me dice: ¡has dormido por 5 días con sus noches, supongo que perdiste mucha sangre! ¡anda, levantate, nos vamos a la chingada de aquí! no importa la lluvia, supongo que estaremos mejor entre la lluvia, sirve que se te lava la ropa, ¿puedes caminar? supongo que sí le digo, entonces, come algo y nos vamos.

Salimos de la casa, partiendo la noche, como dos tecolotes, mis ojos se han acostumbrado a la sensación de la noche, si pudiera hablar, tal vez no sería tán hermosa, prefiero la noche muda, solo observando a los que cobija.

Cristos, disculpame cabrón, no se lo que hacía, el solo hace un gimoteo de aceptación sobre lo que le he dicho, el wey nunca me voltea a ver, el me dice: tu has hecho más por mi wey, se acabó el sentimentalismo. Caminamos por la noche de nuevo, la lluvia cae por mis ojos, por mi cara, por mis manos, caminamos hacia nada, solo lejos de mí, lejos de todo, lejos de nada, no se de que nos alejamos, solo sé que debo alejarme, pero de qué?.

Llegamos a una planicie en medio de toda la vegetación del lugar, ahi hay un foco, vamos a caminar para allá dijo el cristos, llegamos a una casa, sin puerta, dentro hay luz, una mesa, un vaso lleno de agua, una ahuja, un dado y una imágen de un santo quemado, (realmente no se que santo sea, porque no soy afín a este tipo de cuestiones).

Al escuchar detenidamente, se oye una respiración, al acercarnos a una puerta se oye más fuerte, este wey me hace una seña de alistar mi arma, lentamente corto el cartucho y caminamos sin hacer ruido, se empiezan a escuchar rezos, muy despacio, rezos, silencio, el viento casi se puede percibir que habla, el aire está viciado, se puede oler ese olor que repugna, como a descompuesto, como a miedo, a todo lo que huele este lugar, silencio, silencio de muerte, es como si la muerte acariciara mis oidos, el cristos tambien lo percibe. Estamos frente a la puerta.

Los dos no nos movemos, nadie quiere hacer un movimiento, lo que está tras esa puerta nos ha percibido,tambien está en espera, como si los ojos pudieran escuchar.
El cristos se desespera, observa el punto débil de donde se podría abrir la puerta, lentamente se hace un poco para atrás, pega un brinco, yo apunto a lo que debería estar dentro de la puerta, el cristos de pronto se avalanza a la puerta, de un golpe certeto en el punto débil, el tronido de madera vieja al sentir fuerza, se escucha como gime de dolor al ser rota, las cosas suenan más aún en medio de este silencio; la puerta cede, se escucha un grito de un niño al sentir el tronido de la puerta, en medio del caos se presenta la imágen, un niñi hincado, con un rosario en una mano, en la otra sostiene la mano de un cuerpo que yace en el suelo, el niño nos mira espantado, y lo único que puede hacer en su defensa es mostrarnos el rosario, tal vez es su único recurso contra nosotros en medio del viento del norte que burlonamente pasa sobre nosotros, ahora con una amiga suya, la lluvia que cae todavía...

Friday, August 15, 2003

Canto de pájaros; el alba se aproxima?....
(esa voz, esa voz... madre, eres tú?)

El filo del cuchillo que alguna mujer trae en la mano, quiere morder la piel de mi cuello, la sonrisa de esa mujer que no puedo ver su cara me parece muy familiar, solo risas, silencio, más risas y noche.
El cristos grita de nuevo cada véz mas enojado, ¡Quitale el cuchillo de la garganta o te vuelo la puta cabeza!yo, mudo, prescencio como el filo comienza, lentamente a besar la piel erizada de mi cuello, siento su movimiento, frío como el abrazo de un padre a un hijo no deseado al remorderle su conciencia, frío como el adiós de alguien a quien no le importas, frío como los dedos de la muerte.

De pronto, la mujer emite de su garganta un sonido leve, pero claro, articulado, son palabras que apenas puedo escuchar, pero esa voz es muy familiar ¡Pero en qué te has convertido! exclama, ¡Mirate! sonidos burlones, lentamente, levanto la cara, se presenta ante mí una silueta conocida, ¿Madre?...

¡Cristos, baja el arma! le grito creo que es mi madre. El no quiere entender, el ha visto algo que no alcanzo a captar, ¡No, no es tu madre! me dice tiene algo en los ojos, algo que brilla, a la gente no le brillan los ojos color rojo.

La mujer dice mi nombre en tono autoritario y pregunta ¿Quíen es este tipo? ¿Porqué apunta su arma contra mi?. Hay algo en esa voz que a primera instancia sonaba como ella pero existe algo más, algo distorcionado. ¡Verga, que bajes la puta pistola le grito!; sin embargo, el cuchillo filoso no se ha separado ni un milímetro de mi garganta. Cristos devuelve el martillo a su lugar, un tronido, el viento del norte resopla fuertemente, se siente como si hablara. Cristos bajo su arma.
¡Ahora arrojala al piso! grita la voz de mujer, el le hace caso, Risas de mujer de nuevo, Ilusos, pensé que sería más difícil acabar con ustedes, de repente, se siente la fuerza de entrada del cuchillo, mi sangre vuelve a brotar, siento su calor como corre por mi cuerpo, no me puedo mover, me siento inerme ante tal imágen a lo que me grita en tono burlón ¡Yo te dí la vida, yo te la quito! En medio del viento del norte, mi sangre se mezcla con mis lágrimas, que no percibí antes, pero brotaron, tal vez por reflejo; el Cristos grita ¡Estas sangrando! ¡hazte a un lado o avientala, lo escucho pero no puedo, sé que puedo morir, pero nadie puede lastimar a su madre, mi sangre se diluye cada vez más, mi cuello arde, yo sin fuerzas me ofrezco ante mi victimaria lo único que poseo que es nada en comparación con lo que me dió.

El Cristos levanta silenciosamente su arma, ella no lo vé, en medio de la escena, se escucha un estruendo, el golpeteo de un percutor de una smith & wesson, el choque de dos metales, casi se puede adivinar la aleación de los metales, fue un disparo, que pegó en el hombro de la mujer, está ahora en el suelo sangrando, yo corro a su lado, siento todo nublado, el Cristos corre también hacia ella, apuntando a su cabeza, yo con la vista nublada por la pérdida de sangre supongo, apunté hacia él, jalé el gatillo, pero no pude darle, ¡Entiende pendejo, no es tu madre! yo encontré a la ira, apreté mis dientes y quise lastimar a la persona que hirió la imágen de mi madre; en la confusión, ella se levantó e intentó enterrar su cuchillo en mi espalda, otro disparo, en el pecho fue esta vez, solo como respuesta obtuvo una carcajada, mierda dije, ¡no es mi madre! y por fin pude levantar el rostro y ver esos ojos llenos de lumbre, de odio, de maldad, mi madre no es así dije, y de pronto, se escucharon los cantos de unos pájaros, pájaros que cantan al alba, en este momento, la imágen que semejaba a la de mi madre, huyo del lugar con unos aullidos como de hiena.
Mierda, nunca esperé tanto un amanecer como ese y caí desmayado.




Thursday, August 14, 2003

Monday, August 11, 2003


6 clavos clavados en mi mano
(Filo de navaja...mi dulce compañía?)

Después de estar entre lodo y sangre del último ataque de luces insanas, el Cristos y yo empezamos a caminar, no hay camino, así que seguimos a la estrella del norte, tal vez podamos hallar algo que comer. Caminamos por no se cuanto tiempo, mudos, con la cabeza hacia abajo, de hecho vi que tengo una manera muy curiosa de caminar, con los pies abiertos, como un pingüino, nuestras voces se evitaban, tal vez por el miedo a tratar lo sucedido, he aprendido una cosa, no debo ver en línea recta, debo observar y pensar que lo que es inmóvil es más peligroso,ya que siento que me acecha y si estoy descuidado viendo hacia enfrente, puede brincar.

Paramos un rato en una casucha abandonada, ¡Mierda, ojalá y halla café, muero por uno, le comenté al Cristos y comenzamos a buscar, hallamos un bote con un poco, al menos para pasar un momento y sentir ese amargo sabor como cuando se tiene de frente a la triste realidad inmensa, burlona y yo inerme, harto de algo que no existe todavía.
Al husmear en la casa, encontré una vieja foto, se me hacía algo conocida, estaba algo vieja por el tiempo y por el moho, ya que la encontré debajo atorada en el suelo, me agacho a mirarla y de cuclillas la observo, absorto me quedo pensando, una imágen me venía la memoria, un vago recuerdo o algo así, un sentimiento de que yo sabía de lo conocía; una foto de tres niños, iguales, pero cambiaban los ojos de los tres, uno los tiene cerrados, tiene la mano izquiera hacia el frente el segundo mira hacia arriba, como si esperara algo, tiene la mano izquierda volteada hacia el cielo, sangra, el otro mira al frente, como con odio, o dolor de algo, está lastimado de una de sus manos, las tiene a los costados, también sangra de la izquierda.Me hace pensar, y ver mi mano izquierda, ya estoy recordando, los puntos de cicatríz en mi palma me empiezan a recordar la memoria, pero es algo muy lejano, son 6 puntos, formando un hexágono, mi mano empieza a temblar, las viejas heridas comienzan a abrirse, ya recuerdo, ¡6 clavos clavados en mi mano! ¡Mierda no de nuevo! Ese sentimiento, esperaba no volver a sentirlo nunca es el miedo hecho materia, es sentir como corre por mi espalda, corre sin parar, llega a mi nuca y la vuelve tán pesada, hinchada, llega a mi cerebro y mis dientes solo pueden chocar entre sí; empíezo a quedarme sin aliento, ahora no estoy solo, el Cristos me puede ayudar, de el poco aliento que me quedaba grité su nombre; es el sonido que el terror emite al querer ser escuchado, el mismo que alguna vez me besó los labios, el mismo que enterré y lo ví morir, Grito su nombre y el responde, ¿dónde estás me grita?, levanto la cara y siento el frío de una navaja en el cuello, me recorre el mentón, sutílmente, como seda, estoy inmóvil. Escucho los gritos del Cristos, ¡Sueltalo hija de la chingada! ¡Te estoy apuntando a la puta cabeza y ni no lo sueltas te la vuelo a la verga! No puedo ver quien tiene la navaja en la mano, a lo que grita este wey, es una mujer, solo veo la mano y el brillo platinado de la navaja. Silencio. De nuevo los gritos del Cristos ¡Te estoy hablando pendeja, dejalo en paz! Risa de mujer, risa de mujer, ¿hace cuánto no escuchaba risa de mujer? no lo sé y no quiero averiguarlo...

posted by o. at 10:40 PM

Tuesday, August 12, 2003

Thursday, July 24, 2003


... ES QUE HAY SANGRE EN EL BAÑO
(Duele?, eh duele?, pues si no son caricias pendejo!)


Creo que es un día de Julio, lo se porque nadie vende mariscos, ahora es noche, donde estoy? en una carretera a Nogales, supongo que en Nayarit por ese pinche olor a Yaca, viene una luz, apieto mi revolver, no pienso disparar hasta que lo tenga enfrente, le hablo al Cristos, wey voltea, el vato no se mueve, está muy cansado, Verga, que voltees! le grito
y se aproxima más la luz en medio de la noche, está frente a mí, la dirección no de mueve, putos mustangs, siempre fallan cuando los necesitas, de repente, entramos en la luz, mierdaa! mi cabeza como me duele, el vidrio se siente raro al entrar en mi piel, es casi placentero, el ruido del fierro estremeciendose, ahora aprendí a escuchar la voz del metal al doblarse, sirenas de hierro que gimen de terror al ser dobladas, de repente, todo es amarillo, no hay sonido, no hay dolor, mis dedos no duelen, no puedo verme, no hay sombras, el cristos abrió los ojos, pero no podemos hablar, esa ausencia de sonido es extraña, ya se porqué. Porque ahí viene el chingazo de realidad. Ese sonido estruendoso, al estrellarse dos masas, no tengo arriba ni abajo, todo gira, el grito del Cristos es muy fuerte, o es que yo estoy gritando?.

Se detiene todo, mi brazo duele, espero que sea por dormir mal, puedo arrastrarme, mi sangre de nuevo, sangre en mis manos, no me gusta ver sangre porque me recuerda la sangre en el baño y esa voz que detesto que dice siempre lo mismo Duele eh? duele? pues si no son caricias pendejo!.

Escucho un grito del Cristos, los fierros lo tienen atrapado, tan chingón que estaba ese Mustang, el vato me pide que lo ayude a salir, lo jalo por la ventana, no quiero lastimarlo, dice que trae el tobillo mal, que se lo lastimo el pedal del freno (cómo mierdas lo puede lastimar el pedal del freno si estaba en el lado del copiloto?)lo saco del carro, mierda las escopetas, no están, el wey me dice, donde está mi veretta? en la guantera le digo, me pide que regrese por ella, así que voy por ella, y es todo, nosotros dos, un revolver y una veretta, una caja de cigarros y la noche, muda testigo de nuestras desventuras.

Cuando pensamos que ya había pasado todo, a lo lejos se aproxima la luz de nuevo, pero ahora trae otro matíz, uno rojo, rojo como si el odio tuviera color, rojo como he visto el mundo desde hace un tiempo, rojo como el mismo infierno.

Wey se me hace que nos quiere chingar! me dice el Cristos verga, disparale wey me dice, y dame la puta pistola, nos escondimos en unos arbustos adelante, pero ese ya no es Nayarit, el olor a Yaca se ha ido, es la misma noche pero faltan cosas. La Luz se ha ido, no se para donde, nos recostamos en el suelo y el wey prendió un cigarro, dame uno le dije y esperamos a que amaneciera. espero que sea pronto, mis manos se sienten duras por la sangre coagulada.

Que malo es el cigarro cuando tienes sangre en las manos....
SI ME CAIGO Y NO ME LEVANTO, NO ME LEVANTEN QUE YA ME CHUPO EL DIABLO...
(Nunca mas...)

16 de Julio del 2003, mis puños me sangran, estos 15 dìas no se donde he estado, es como si me hubieran puesto fwd y no hubiera sabido que pasà, solo sé que en este lapso de tiempo, solo tengo pequeñas embarradas de realidad, es como estar en un cuarto y ver como tu vida es solo la cura de alguien màs y como si estuvieras en frente de un pùblico sin nada que decir, supe que lastimé a alguién, supe que he muerto, o al menos as? lo sentì, supe que el ruffles està muerto también, creo que los dos hemos muerto, porque hace dìas que no lo veo y el no me vé (ya nos hubieramos buscado) en el Limbo de mi realidad, encontré a lo que era el ruffles y es que hemos cambiado (el dice eso porque no acepta que hemos muerto ) yo he visto mi cuerpo sangrando y quedarse sin gota, el no lo quiere ver asì, entonces se rasurò la cabeza, le caga que le diga ruffles, ahora se hace llamar Cristos, y tiene un tatuaje en el pecho con unas letras que no puedo entender, mis manos sangran màs y no se si es mi sangre o de alguien màs, por si en estos dìas hice cosas malas, prefiero llamarme D asi que los dos nos despedimos o no se si quemamos todo lo que apreciabamos, he dejado atràs y refundida en un bote de chiles la Sierra lo que una vez fue mi hogar y Guadalajara, la ciudad que me vio llegar al cielo y hacer un hoyo en el suelo de tan duro que me estrellé, se ha quedado atràs con todo lo que alguna vez iluminò el sol de mi cuerpo.
Es curioso que solo pueda escribir con tres dedos, los demàs los tengo rotos, asì que empuño un làpiz, el Cristos llegò con un mustang 67 rojo, con el parabrisas estrellado y una calcomanìa de I love my mom, dice que lo que debemos hacer es huir de aquì, asì que tomamos la carretera a Nogales con rumbo a sepa la chingada y un par de escopetas en la cajuela a hacer nada.
No se porque me queda ese sentimiento de que debo huir de aquì porque si me quedo, me quemarìa vivo.

El wey està dormido, creo que andamos por Nayarit, me caga ese olor a Yaca que abunda por aquì, he visto una ligera luz, como un encendedor, me lastima los ojos, el Cristos duerme, ha manejado por horas, la luz se acerca entre la noche, serà la bendita tranquilidad o solo un trailero en media noche?
Lo que sea empuño mi arma, que miedo puedo tener si lo que tuve lo he quemado ya?
Solo aprieto el acelerador, espero que tenga una carga completa en mi revolver....
Que mierdas es esa luz?
posted by o. at 5:34 PM

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